Lágrimas de sangre en Sarajevo
“Cuando
la tierra fértil se transforma en duna
Hay
quienes buscan solución con la política,
Y
quienes hacemos severa crítica
Con
una hoja de papel y frágil pluma.”
Desde
las primeras horas del alba
Rugen
los cañones vomitando fuego,
En
un alba cada vez más enturbiada
Por
lágrimas de sangre en Sarajevo.
Rugen
los cañones en los Balcanes
Acechando
todos días a sus presas,
Con
viles y despiadados ataques
Mostrándose
temblorosas e indefensas.
Y
pasan ante la mirada impasible
De
quienes ven mil lenguas de fuego,
Ensañándose
con los civiles,
No
hay soldados, ni un sargento.
¡Señor,
qué pasa que no lo entiendo!
Edificios
derruidos, avalanchas de fuego,
Regresan
del futuro, y vuelven al Medievo.
Con
sus plumas ocres los gallos
Cantan
a la tierra, lloran las flores,
Los
gentiles, son irrisorios vasallos
De
la artillería que fustiga de noche.
Loa
tambores de victoria suenan mutilados,
Sus
pieles, se han truncado en girones,
Las
trompetas son alfileres clavados
En
los ojos como agudos aguijones.
Las
grandes potencias y los políticos,
Se
vuelven estatuas de piedra y barro,
Y
los cuatro jinetes apocalípticos
A
pasos de gigante vienen galopando.
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