Yo me quedo
“Canción”
Estoy ahora recordando
La jugada que me reservó destino
Al permitirme nacer tres años antes.
Y como consecuencia de ello
Tropecé…
En
ciertos tramos del camino.
Sin querer…
Me adelanté en el tiempo
Donde las flores del amor
Crecían fugaces
Y me apresuré…
A coger la flor primera
Que abierta en la primavera
Me encontré.
Sin saber…
Que tres años más tarde
Otra más esplendorosa brotaría,
Y mi alma de pasión por esa flor
Se llenaría.
Más tuve que conformarme
Con oler a la primera flor
Día tras día,
Sabiendo que mi corazón
Las dos a un tiempo
No cabrían.
De ti me enamoré…
Más no quise herir el corazón
De la primera flor
Que conquisté.
Pero me quedo…
Con la figura de tu cuerpo
Y la cálida caricia de tus manos
En el bar aquel.
Y con la alegre sonrisa
Que ofreciste… Al despedirte…
¡Ay… ¡ ¡Qué pena…
Portar una alianza cual cadena
Y pensar…
Que aquello era una muralla
Imposible para mí
De saltar…
Si te hubiera conocido
Tres años antes
Sería tu sombra…
Y no te habría dejado marchar
Desde ese instante.
¡Pero qué pena!
Que existiese una muralla
Entre nosotros de tres años.
Y pensar…
Que era imposible para mí
De saltar…
¡Qué cruel es el tiempo!
Al no permitir desandar lo andado.
Más yo me quedo…
Me quedo con la figura
Esplendorosa de tu cuerpo.
Aún sabiendo…
Que hoy, otro goza
De tu vida por completo.
¡Ay…! ¡Qué pena!
El ser así de conformado
Cuando toda mi alma
Te desea…
El primer día que te vi
Ya me quedé fascinado
De tus ojos y tu cuerpo
Y lo notaste…
Pues tus ojos se clavaron en los míos
Al instante,
Luego, bajaron hasta el pecho
Y se estancaron en la cruz
Que en él ,
Y tu rostro se iluminó de alegría
¡Ay…! ¡Qué pena!
No haberte conocido tres años antes
De haberlo hecho…
Sería tu sombra,
Y seguramente hoy estarías
Disfrutando conmigo a todas horas.
Más yo me quedo…
Me quedo con el recuerdo
De esa mirada ardiente
Que tenías
Y de ese cuerpo que eclipsaba
El sol del día.
Te confieso…
Que a nadie desee de igual manera.
¡Pero qué pena!
Portar una alianza cual cadena
Pues eso era para mí una barrera
¡Ay…! ¡Qué pena!
Que tus padres, tres años antes
No te tuvieran.
Sin saber…
Que para mí tenías más valor
Que cualquier gema.
Y aunque parezca extraño
Me quedo con la sonrisa que ofreciste
Hace hoy tres años.
Desde entonces, nuestros caminos
Se ensancharon para siempre,
Pues quiso así el destino
Que jamás volviese a verte.
De ti me enamoré,
Más no quise herir el corazón
De la primera flor
Que conquisté.
***
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