domingo, 24 de marzo de 2019

El preso que veía a las grullas


El preso que veía a las grullas

 


 

En formación de flecha

Las grullas vuelan

A buscar otras tierras

De dorada primavera.

Huyen del azote del frío

De Escandinavia,

Cuando se hielan los ríos

Junto con sus entrañas.

Las noches son gélidas

Cual frío acero,

La lengua se te enreda

Y se espesa el aliento.

¡Ah, quien como ellas

Fuese una grulla,

Y atravesar fronteras

Bajo la bruma.
 

¡Ay, si yo fuese libre!

Para volara tan alto,

Y danzar como el cisne

En apacible lago.

¡Ah, si fuera yo fuego!

Fundiría estos barrotes,

Que aprisionan mi cuerpo

Igual que un lingote.

¡Ya han pasaron  las grullas!

Y con las últimas,

Mi ilusión se esfuma

Entre yertas penumbras.

¡Y otro invierno a esperar

Entre frías rejas,

Hasta verlas pasar

En florida primavera.

¡Otro invierno cruel

De noches eternas!

Cual monte Everest

De nieves perpetuas,

 

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