Regresando a la Isla del Paraíso
"Náufrago"
La mujeres y
ancianos fundamentalmente, cantaban para dar ánimo a los remeros:
“Cuando ya anciano el
león
ruge sin fuerza en la
sábana, pu, van pu…pu, van pu…(coro)
la hiena y el licaón
se despojan de su máscara. Pu, van pu… pu, van
pu…
Una bandada de buitres
con duros picos y garras, pu—van—pu… pu—van—pu...
sobrevuelan la llanura
y lo ven solo carnaza.
Quien antes fuera temido
al considerar monarca,
dejará pronto de serlo
allí en su tierra
africana.
El sol en todo lo alto
le arroja ardientes lanzas,
mientras las molestas
moscas
le cubren toda la cara.
El licaón y la hiena,
ahora desean la revancha
mostrándoles sus
colmillos
Igual que si fuesen
mambas.
Antes él mató a sus hijos
junto a toda su manada,
para que todos cachorros
pudiesen llenar la panza.
Van de forma decidida
a equilibrar la balanza,
que quedó descompensada
con su primera crianza.
Unos le atacan de frente
otros también por la
espalda.
mientras el león se defiende
con tan solo una zarpa.
No puede usar la otra
lleva una astilla clavada,
origen de aquella ruina
y el final de aquella
trampa.
Con aquella canción como compañera de viaje y al ritmo metálico del pin, ,van pu, dejamos atrás incluso mí fantasmagórica goleta, la cual ya estaba empezando a ser colonizada por un grupo de gaviotas de alas blancas. Y tras sobrepasarla, todos pudieron arribar en la playa
donde yo lo hice con anterioridad.
"Pedestal de oro para los
dioses eres
Por lejos que vallamos
nunca podré olvidar,
los susurros lejanos que
en tus playas se mecen
como provenientes de una concha de
mar."
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