Vestida en blanca seda
La
ilusión compaginada
Con
la sencilla nobleza
De
ver retornar el alba
De
nuevo al azul turquesa.
Corazones
aún dormidos,
Agua,
sol, luz y tierra,
Algo
se escapa de un salto
Mostrando
su dura fortaleza.
Un
año tardó en forjar su sueño,
Ahora
está subido en su pedestal
Esculpido
en mármol blanco,
Todo
está preparado para la fiesta.
Una
flor pende de su ojal,
Cuatro
caballos tiran de la carreta
Comenzaron
juntos a caminar,
Pues
de amor, su carga iba repleta.
El
halcón cazador cayó de ala
Al
encontrar la magna belleza,
Ojos
como flores del campo,
Labios
con aroma a hierbabuena.
Al
fuego del amor echaron fuego
Y
hoy viste un vestido de blanca seda,
Y
ascienden a través del arco iris,
Cual
batallón de hormigas negras.
Con
una sonrisa dijeron que sí
Y
llamaron a dúo a la cigüeña,
Para
recoger el dulce fruto
Surgido
en su primavera.
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