¡Sólo era un sueño!
Subido
en la colina de las tres cruces
Un
paraíso se extiende a mí alrededor,
Con
caminos cual cenefas, con muchas luces,
Y
en medio allí de todo, está el Señor.
Con
sus manos extendidas sostiene el mundo,
Un
mundo donde reina la paz y el amor,
Verde
y dorado de mies fecundo
Por
obra y gracia del Redentor.
Me
voy colina abajo a hablar con Él
Él,
que a todos escucha con gran fervor,
Y
ya casi llegando…sufro unos traspiés
¡Y
salta la alarma de mi despertador!
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