Para los exiliados
Recobrad los ademanes extinguidos
Y eliminar los odios pasajeros,
Amad al hombre, ser querido,
Que no sea en su patria un extranjero.
E incinerar los caminos del pasado
Para que crucen unidos las fronteras,
Volando como pájaros alados
Para el resto de la vida entera.
Hablarles de paz y de desosiego,
Que la vida plena sea un canto,
Derramadles bondad en el sendero
Alegre de la vida, no el del llanto.
El color de sus ojos será funesto
Por la ausencia de amor ¡tristes palomas!
Canalizar el amor que encierran dentro
Para extirpar el dolor de amargas horas.
Notarán la ausencia del rosal joven
Y verán sus capullos marchitados,
Y cara al sol en sus butacas posen
Temblorosos de frío…. ¡Acurrucados!
Que puedan vivir tranquilos recordando
Y ver los retoños que el árbol trae,
A la vez que ochenta hojas van flotando
Movidas por el viento... ¡Hasta que caen!
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