La mano negra

La mano negra

 

La noche es para los lobos

Y en una jauría tú estabas,

Desdichado de aquel pobre

Que haya caído en tus garras.

 

Porque según se comenta

Pasan muchas cosas raras,

Se acentúa la violencia

Las pasiones se desatan.

 

Los santones de lengua bífida

Y los ruines aristócratas

Arreglan de noche el mundo

Con sus pérfidas palabras.

 

El clan de los moribundos

Organizando están su mafia.

Los trúhanes, forajidos,

 Fulanas de vil calaña,

Protegidos como siempre

Por su negra y larga capa.

 

En las penumbras de la noche

Se fraguan oscuras tramas,

Ya se encienden las farolas

Ya se cierran las posadas

Y los tugurios retiemblan

Ante el imperio del hampa.

 

Las ratas de alcantarilla

Emergen de sus cloacas,

Comienzan las pesadillas,

Las borracheras y tanganas.

 

 Como aves de rapiña

Afilan picos y garras,

Para atrapar a sus víctimas

Y poder despedazarlas.

 

Esta vez son un joyero

Y un traficante de armas,

Quizá mañana un banquero

Que llevó las cuentas claras.

 

El jefe es un masón

Apellidado Flores Vargas,

Hijo de padre español

Pero de madre mulata.

 

Un hombre muy estudiado

Que posee una farmacia,

La tienda de ultramarinos

Y dos cafés en la plaza.

 

¡Más quién lo iba  a decir

Habiendo estudiado cátedra!

Que aprendió en los agustinos,

Se doctoró en Salamanca,

Y ahora está fortificado

Cual castillo de Simancas.

 

Cuando extiende su mano negra

Esta abarca at oda España,

Pues es él el que maneja

Los hilos de la entramada.

 

Hay hombres en la política

Que son de su confianza,

Cuando un régimen no gusta

Sustituyen al Monarca.

 

Es por eso que esta España

Siempre se haya enzarzada,

En guerras civiles fratricidas

Aunque llamen “noble causa.”

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