viernes, 15 de febrero de 2019

Ayer, hoy, y el día después


 
 

Ayer, hoy, y el día después

 


Marqués,  de Sadé, es mi padre,

Mi abuelo, ya lo fue ayer,

Y yo que soy primogénito

Mañana también seré.
 

Por eso quiero saber

Las razones que le instigan,

Para que en la copa de él

Aunque sólo sean dos gotas

Tenga que beber usted.
 

Es la única en cristal de roca

Con flores de lis talladas,

Semejándose al escudo

Que yo poseo de armas.
 

Aunque bebedor no soy

Yo la acostumbro a apurar,

Quizá para recordar

La nobleza de un Sadé

En su palacio real.
 


Pero en un cruel destierro

La nobleza e hidalguía,

Trocó el bordón de romero

En trágica profecía.

***

 

 

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