sábado, 23 de febrero de 2019

Desde los acantilados de Acapulco "Viajes"


Desde los acantilados de Acapulco

Viajes 

 

Desde sus acantilados

Realizaba el salto del ángel,

Sin temor al océano

Desde los barcos  lo hacía antes.

Así ganaba unos pesos extraordinarios

Que ofrecían los turistas opulentos

O incluso dólares americanos

Por aquel temerario pasatiempos.

En Acapulco gané una vez

Un concurso de saltos en piscina,

Yo nadaba como un pez

Y me  deslizaba como una anguila.

Como un gusano, miré hacia arriba

Y repté hasta lo alto del trampolín,

Como estatua de bronce  que al sol brilla,

Escupido al cielo de la palanca surgí.

Como una flecha disparada por un arco,

Como en géiser emanando su vapor,

Como un cohete que se lanza al espacio,

Como una pluma al viento, mi cuerpo se elevó.

Y desde arriba, miré aún más alto

Y empecé  a aletear cual golondrina,

Pareciéndome entonces sencillo vaso

La piscina  con su agua cristalina.

Con la cabeza erguida y brazos estirados

Empecé a descender cual águila real,

Sumergiéndome en   mi cuerpo enrollado

Para realizar el primer giro mortal.

Seguí precipitándome al vacío

Llenándose de un fuego mi interior

A la vez que arrastraba un silencio sombrío,

Quedé en su superficie fijada mi atención.

Al poco, sentí romper el agua con mi cuerpo,

Un chillido agudo, como el de un violín

Enredó mi ser con un fuerte beso,

¡Ahogándome! ¡Hasta que emergí por fin!

Luego, mis manos y pies fueron aletas,

Mi musculado cuerpo, hueco cartón

Que al agua no ofrecía resistencia,

mientras, daban los puntos por el altavoz.
***

 

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