martes, 19 de febrero de 2019

Paz y amor "Sombras"





Paz y amor

"Sombras"
 

 
 


No sé si sabrás
lo que es el amar a una mujer.
Se abrevian los días
y con que grata pereza se deja
uno llevar al día siguiente.
 
La mujer que no es la mujer querida
parece un ser inútil dentro de la creación
 y aflige si se ha arrojado
partículas de tu corazón a otra mujer,
no atisbándose la posibilidad
de estrechar nunca otras manos
las que acarician las nuestras
 
La mente no admite
 trabajar con sueños o recuerdos,
nada en definitiva es capaz
de distraerla del pensamiento
 exclusivo que sin cesar se ofrece.
 Cada día se descubre en nuestra amada
 un nuevo deleite,
un nuevo encanto desconocido.
 
Recuerdo que todos los atardeceres
 nos íbamos a sentarnos
sobre las hierbas grosellas,
tréboles y brezos de un bosquecillo
que bordeaba nuestro campamento;
allí escuchábamos las plácidas armonías
 de los ruiseñores en el crepúsculo,
pensando ambos en la hora cercana
que habría de catapultarnos
 durante toda la noche a nuestra caravana,
sin permitir que ni un melancólico rayo de luna
penetrase en ella.
 
Teníamos siempre las cortinas bajadas
y el mundo exterior
se detenía para nosotros dos.
Así se sucedía aquel magnánimo sueño
 arropado por la locura
de nuestro desenfrenado
huracán de amor.
***

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