viernes, 22 de febrero de 2019

La joven violada


La joven violada

 


Minifalda ceñida,

Cabellos platino,

Lleva una chiquilla

Con gran desatino.

Porque las miradas

De los demás chicos,

En sus carnes clavan

Igual que cuchillos.

La carne es deseo,

A veces, carnaza,

Apreciado cebo

Para la vil rata.

En las noches sueña

Como devorarla,

Y usará la fuerza

Para conquistarla.

Un día en la calle

Regresando a casa,

Oyó una voz grave

Y sintió una navaja.

Dijo: ven conmigo,

Haz como si nada,

Porque si no el filo

Dejará su marca.

Ella le obedece,

Va a donde el señala

Igual que un pelele

Temblando asustada.

Y en una penumbra

Que está solitaria,

Allí la desnuda

Para mancillarla.

No puede dar gritos,

Se ahoga en  sus llantos,

Porque aquel maldito

La sigue amenazando.

Con empujes violentos

Su vientre desgarra,

Y sufre el tormento

La joven muchacha.

Con vaivenes de brío

Su furia descarga,

Cual toro bravío

Sus penachos de plata.

Consumado el acto

Dejó allí tirada,

Lo mismo que un trasto

 Que no vale nada.

Golpea en el suelo

Con asco y con rabia,

Por el desconsuelo

De haber sido violada.

Ahora se lamenta

De su minifalda,

Quería lucir piernas

Y hacerlas más largas. 

Llamó la atención

De todos los  muchachos

Y lo consiguió;

¡Pero demasiado!

Sus padres la esperan

Impacientes en casa,

Llega tarde a la cena

Sin aparente causa,

La mesa está puesta,

Sólo con su plato,

Cuando ésta llega

Todos han cenado.

Su padre con disgusto

Miró su reloj,

De las diez en punto

Dos horas pasó.

No saluda a nadie

Y entra en el lavabo

-¿No tienes hambre?

-¡Ya se me ha quitado!

-te fuiste contenta,

Como un sol de guapa,

Y ahora la tristeza

Invade tu cara.

¿Acaso algún chico

Te dio calabazas?

¡Porque no es motivo

Para tu tardanza!

-No me hables de chicos

Que ya sé como son,

Porque para muestra

Ya tengo un botón.

Son como el vinagre

En herida abierta

Y chupan la sangre

Como sanguijuelas.

No padre querido,

Es mucho peor,

Porque he sufrido

Una violación.

Cruzó las piernas

Con escalofríos,

Y pensó en la fiera

Que asaltó su camino

-¿Y te resististe?

-No tuve valor,

Con una navaja

Él me amenazó.

Más luchar debí

Aunque diera muerte,

Porque es mejor morir

A ser muerto viviente.

-La vida es un don sagrado

Que nos ha otorgado Dios,

No te has equivocado,

Fue  sabia tu decisión.

Hay que vivir el presente

Sin olvidar el pasado,

Ya ajustaremos a ese demente

Las cuentas en el juzgado.

***

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