sábado, 16 de febrero de 2019

Caballo de espuma y piedra


CABALLO DE ESPUMA Y PIEDRA

 


Caballo, blanco caballo,

caballo de espuma y piedra,

los prados andas surcando

con bellas crines de seda. 

Caballo, blanco caballo,

caballo de espuma y piedra.

Caballo de espuma fue

fue mi juventud primera,

donde los insignes sueños

se quemaron como leños

forjando vanas quimeras. 

Caballo, blanco caballo,

caballo de espuma y piedra.

Mas hoy mi blanco caballo

se ha convertido en arena,

y sus argentados granos

un viento huraño los lleva,

hasta un lugar muy lejano

cuajado de sombras yertas.

Allí se fue mi caballo

y al lomo cargó mis penas.

Caballo, blanco caballo,

que triste y solo te quedas. 

Mi caballo envejeció

y se subió a la montaña,

la montaña de los sabios

donde enmudecen los labios

y florecen níveas canas.
 

Caballo, blanco caballo,

te han recortado las greñas. 

Mi caballo hoy está torpe,

ya no puede galopar,

ni acompañar a los potros

que ya retozan con otros

y siempre dejan atrás.
 

Caballo, blanco caballo,

qué lento es tu caminar.

También las yeguas se fueron

al paso del huracán,

el huracán de los años

que arrastra los desengaños

y las pasiones se van. 

Caballo, blanco caballo,

que ya no puedes trotar,

y caminas encorvado

apoyándote en callado

de madera de nogal. 

Caballo, blanco caballo,

Cuánto te cambió la edad.

Tu ligereza de espuma

y la dureza del pedernal

a lomos se fue del viento

con amargo sufrimiento

y ya nunca volverán. 

Caballo, blanco caballo,

estás frío cual  cristal.

Mi brioso caballo blanco

convirtiendo en polvo está,

que luego arrastrará el viento

viviendo en el pensamiento

de los que aquí quedarán. 

* * *

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