“Allá en la recóndita sierra, nadie recuerda donde estuvo una vez que entran en “la cueva del olvido.” Dicha cueva tiene una propiedad mágica sorprendente: quien entra en ella, olvida su pasado.Como esta circunstancia era bien conocida por los lugareños, todos estaban al tanto del peligro que esto significaba y por eso, se cerraba para evitar la entrada accidental de los niños y de la gente que ansiosamente buscaban refugio en medio de una tormenta.
No obstante, se aprovechaba esta extraña magia en beneficio propio, como por ejemplo para hacer olvidar a un perro su antiguo dueño cuando este era vendido. Se encerraba al animal dentro de la cueva toda la noche y al día siguiente cuando salía, ya no recordaba nada. Pero como siempre suele ocurrir, hay personas que intentan utilizar la magia para sus malas artes.
Por aquel entonces, vivía una doncella de noble cuna que estaba enamorada de un simple paje, este amor no era bien visto por su padre que tenía otras miras para los negocios de su familia valiéndose de la boda de su hija, y por ello le ponía todo tipo de trabas.
El padre, no era capaz de quitarle de la cabeza a su hija el amor por su amado, y solicitó la ayuda de una mujer con merecida fama de bruja en la zona. El quería que su hija se olvidara de ese simple paje, fuera como fuera.Entonces la bruja, se la llevó a la sierra y al llegar ante “la cueva del olvido” por mediación de engaños consiguió que entrara y pasara la noche en ella, cuando salió, ya no recordaba nada. Llevada la muchacha a presencia de su padre, éste se mostró muy feliz al comprobar que no se inmutaba cuando le preguntaba por su amado. El padre, comenzó a dar saltos de alegría. Sin embargo, pronto esta alegría se tornó en sorpresa e inmediatamente en amargura. Su hija… no recordaba nada, ni siquiera le reconocía como su padre, ni a su madre, ni a sus hermanos. Actuaba con todos como si fuera la primera vez que los veía en su vida. Un hermano hizo un último esfuerzo y trajo a su amado, pero no hubo ninguna reacción. La doncella… ni siquiera sabía hablar.La tristeza y desolación invadieron el castillo. El padre se dio cuenta de su terrible error que había cometido, y lleno de cólera hizo meter a la bruja dentro de “la cueva del olvido” para después tapiar su entrada con tantas piedras y tierra, que nadie nunca pudo entrar ni saber donde estaba tal monstruosidad de la naturaleza.Más dicha cueva, y según me ha contado mi padre más de una vez, asegura saber dónde está, por ser un tataranieto descendiente de aquella bruja, que tras morir ahogada en llanto dentro de la cueva, se lo hizo saber por mediación de un sueño. Y dicha revelación, permanece como las espada de Damocles sobre mi cabeza.
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