jueves, 21 de febrero de 2019

Justo se sentó enfrente mía "Relato"








Justo se sentó en frente mía
"Relato"
 


Tomando un refresco en aquella terraza,
 justo se sentó  en frente mía,
por lo que en el transcurso de la bebida,
 estuve estudiando detenidamente su figura y su rostro.
Por su apariencia,
apenas había dejado de ser una adolescente.
Estaba admirablemente formada
y poseía la cara más hermosa que yo viera jamás:
 facciones muy regulares y muy blanca de tez;
 bucles rubios que los rayos de sol
 que  atravesaban por las vidrieras de la terraza
cubría con brillo de oro,
y que acariciaban libremente su cuello
tan grácil como el del cisne.
 El sentimiento que en mi se revelaba
 oscilaba entre el aprecio y algo así como fascinación.
 Nunca había visto una beldad más regular y perfecta;
Sus brillantes ojos azules animaban su semblante,
 y realzaban la viveza de un color que,
 bien podían por sí mismos eclipsar toda la blancura
de las cumbres del Kilimanjaro.
Ya no podía dudarlo,
 aquella divina providencia ,
no era fruto de mis fantasías,
 ni ensueños, ni era una alucinación, ni delirio,
dado que la estaba viendo delante de mí personificada.

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