El asno

El asno

 

Nos estamos quedando sin asnos,

Ya están al borde de la extinción,

Todos los honores van para el caballo

Animal más bello para la equitación.

 

El asno es ajeno a su destino

No tiene la culpa de su fealdad,

Que le lleva sin pausa al hondo abismo

De manos de su dueño ante el brocal.

 

Pronto se olvidan aquellos siglos

Que el tiempo azaroso nos dejó atrás.

Cuando el asno ayunó con sacrificios

Soportando lo que nadie hará jamás.

 

Quien trabaja como un asno es tonto

Se dice en el argot popular,

O quien es de conocimientos cortos

Al asno se le suele comparar.

 

El asno nació con hado perdedor

Su estrella si es que la tuvo sería negra,

Con torbellinos cuajados de  estupor

Y con sus rebuznos expresó sus quejas.

 

Quejas que fueron al saco roto

De los avatares del largo transcurrir,

En que en una disputa un día bronco

Abel, fue muerto por Caín.

 

Con una quijada asnal

Caín desfogó sus iras,

En el Paraíso Terrenal

A modo de clava fratricida.

Y desde entonces,

el asno está
 

Con ese  estigma

y no para de sangrar.
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