Cansado ya de esta vida
Y de tantos sobresaltos,
Fui al canal de Panamá
Que ya se estaba terminando.
Había salido de un infierno
Y fui a parar a otro peor,
Por las nubes de mosquitos
Con su temible aguijón.
Las picaduras de los mosquitos,
Mortales como el escorpión
Provocaban malaria,
Y fiebre amarilla,
Y a veinte mil obreros
A la muerte los llevó.
Si sumamos los mosquitos,
El agua contaminada,
Y el asfixiante calor,
No hay naturaleza humana
Que resista otro factor.
No en vano, allí hay una bahía
No sé bien por qué capricho,
Fue de nombre bautizada
“la Bahía de los Mosquitos”
Contribuí en la construcción
Del Canal de Panamá,
Que se realizó en su istmo.
Una obra genial e infernal
No
se reparó en los medios
Para poder conseguirlo,
Pues los Estados Unidos,
Que es un país grande y rico
Estaba muy interesado
En sus derechos y adquirirlo.
Ya que controlando el Canal
Y con él todo su comercio,
Tendría más potestad
En lo que restaba del siglo.
Al final lo consiguió:
El pez grande tragó al chico,
Y por casi una limosna
Se quedó allí establecido.
La historia siempre se repite
¡Más siempre ganan los mismos!
¡Oh, América! En verdad
Mucho hay escrito en tu escudo
De toda tu Humanidad;
Pero en realidad, tu vida
Está preñada de violencia y crueldad.
Aquello que se hace llamar el Nuevo
Mundo,
Vive ajeno a nuestras tradiciones,
Tierra poblada por indios y negros
Y por los desechos de otras naciones.
Sin olvidar claro está
A las ya clásicas rameras
Embarcadas para Nueva Orleans.
Cuando se juntó el Atlántico
Con el Océano Pacífico,
Pudieron los barcos atajar
Haciendo el mundo más chico.
El Atlántico y el Pacífico,
¡Vaya una contrariedad!
Pues al poco de juntarse
Empezó la Guerra Mundial.
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