sábado, 4 de febrero de 2023

Tú eres mi madre montaña

 

Tú eres mi madre montaña

Todavía alguno llora

Cuando observa la montaña,

Existe una cruz de tumba,

Allí en su cumbre más alta.

Desde allí quiso volar

Para emular a las  águilas,

Bebió el agua de sus fuentes

Purificando su alma.

La montaña muestra altiva,

Hasta el mismo sol se alza,

Se engalanó con sus joyas

Para mostrase gallarda.

Brillando al aire libre

Están sus sienes de plata,

Para confundir el tiempo

Que de la mano acompaña.

Se produce  un cataclismo

Muy dentro de sus entrañas,

Son los lamentos de un hombre

Que murió tras conquistarla.

En su cima hay unos ojos

Que derraman puras lágrimas,

Hay hombres que desesperan

Y hombres que jamás se enfadan.

Más luego de alzar  la vista

Su cuerpo inerte  descansa.

Altar de los buitres negros,

Donde nacen las borrascas,

Y las  historias proscritas

Del mundo de la farándula.

Si el hombre no tiene dueño

Mucho menos la montaña,

La libertad no es un juego

Ni sirven viles patrañas.

Ella apacienta el ganado,

Mantiene en pie las cabañas,

Sin desdenes y sin quejas

Y sin pasiones extrañas.

Toman posturas de nubes

Y de espaldas encorvadas,

Milagro de un dios ajeno

Al gorrión que vive en jaula.

Trabajando como hormigas

Siembran semillas de agua,

Donde los muertos reviven

Mostrando sus esperanzas.

Una cruz de simples palos

En lo más alto se alza,

Un epitafio hay escrito

En  fina tabla de haya,

Y en ella hay este mensaje:

“Tú eres mi madre montaña”

No hay comentarios:

Publicar un comentario