Lacerados sarcófagos
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De ti una sombra muerta se desprende
tras recibir un deforme rayo
que sonríe con su ambigua boca,
reflejando la embriaguez de un soplo de fuego.
Su máscara ardiente despuebla las plaza
cual geranio consumido
por la inercia de
un voraz reloj.
Las hojas por el viento van flotando
al compás de la peregrina mordedura
De
un crepúsculo que se abrasó en su tedio.
Recorre silencioso su torrente escuálido
tras un batallón de lagartijas negras,
entre suspiros enfermizos
que preparan sus nupcias con la galerna.
Ululan los cerúleos talamones que jubilosos danzan
alrededor del fuego de la
iniquidad.
Remotas huellas se sobrecogen ante alaridos negros
que agolpan en su tráquea los lacerados sarcófagos
de hombres incorruptos
que la flamígera noche fulminó. .
* * *
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