MAR DE MORES
Cuando el céfiro plisado surca el
cielo
éste extiende sus brazos y te
desnuda,
la madreselva de oro languidece
y la corona de tus labios fulgura
como argentadas escamas de los
peces.
Entonces, el torbellino de tus
besos,
son algas que se ondulan y se mecen
en el mar de los amores, ¡oh virgen
mía!
cuyas olas de éxtasis se extienden
transportando su divina melodía.
* * *
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