BAJO EL CIELO DE ÓPALO
Mas allá de los lejanos horizontes
complacientes
nutrimos los remordimientos.
El
cielo vergonzoso desnuda su alba de albaricoque ,
mientras
en el silencio
un
buitre de ojos azules chasquea su lengua
saturada
del oscuro seno
de
las tinieblas de los animales
que
viven y mueren con nosotros.
Elevando
la carroña a un cielo
que
se descompone, provisto
de
los sacramentos de la muerte.
Pero
no importa el olor especial,
el
anochecer reúne entorno suyo
a
mutilados hombres
con
creencias indestructibles,
sabedores
de que somos aves de paso
que
han olvidado su capacidad de vuelo.
Bajo el cielo de ópalo
que
sucumbe ante un valle de lágrimas
los
cuerpos pálidos y mancillentos
son
devorados por las estrellas vacilantes.
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