La
luna ahora está en cuarto menguante
El ovillo de la vida se va gastando poco a poco,
A veces, enredándose en las raíces de la tierra;
Tenemos la raíz de la flor amarilla,
Y perderla sería perderlo todo.
La sangre se enfría en el corazón
Porque un día la luna brilló con demasía,
Creyendo que era el mismo sol;
Pero no era el sol,
Era fruto de la noche oscura
La que la hizo brillar;
Las velas, permanecerán encendidas
Mientras les quede mecha,
O hasta que alguien decida permanecer a oscuras.
Los ojos se confundieron de estación
Y tanta luminiscencia transformó en lluvia negra;
El sudor se estanca en las arrugas de la frente
Haciendo de balanza para mantener el equilibrio;
Pero nadie se atreve a pesar la balanza.
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