Desde un
prisma pequeño
Ves del mundo designios amorosos
Atezados con aroma de un sueño,
Relicario de una fe en su desdeño
Que fugaz cubre a todos poderosos.
Hombres los hubo honrados y piadosos
Que sucumbieron por forjar su empeño,
De ver todo desde un prisma pequeño
Como los seres viles y monstruosos.
La fatalidad es que en vano mueres
Impregnado con mortales pecados,
Pues pecador fuiste y pecador eres.
Por más que los mantengas esbozados
Probarás el látigo aunque te esmeres
Por
no tener los pies firmemente anclados.
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