A TI MISMA
Jamás pensé que te amaría tanto
pues te amo más que a mi propia
vida,
hoy la flor de ajenjo está
escondida
y olvidado está mi negro quebranto.
Ya el mirlo en la fronda irrumpe en
canto,
en sus ramas tengo mi alma
suspendida,
pues la rama del olivo está florida
con la paz infinita de tu encanto.
Se heló la página de los rumores,
al fin veo todo con distinto
prisma,
todo irradia luz de vivos fulgores.
Con mil besos de amor pondré mi
acento,
con abrazos locuaces mi carisma
que luego arrastrará el sutil
viento.
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