El mundo imperfecto
Desciende por toscos escalones el sol
tras un silencio cansado e invisible
Cual
exantema tórrido sembrado de alambradas.
Una ráfaga de viento superlativamente armado
vierte su furor en la efímera charca llena de lágrimas
de poetas que agitaron sus plumas de fuego
quizá para
congelar su léxico.
Se adorna la simétrica hoja anclada al navío del invierno,
mientras la tierra cruje ante el vendaval envenenado
que corona el odio, la envidia y la mentira.
Un águila coloreada de sulfurosa soledad
mordisquea la fresca geometría
Estabulada en los polvorientos jireles
de este mundo imperfecto.
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