La
poesía planea orgullosa
La poesía, planea orgullosa con alas de cóndor,
Y con su vuelo,
No distingue tierras de océanos,
Añosos árboles, o jóvenes tallos;
Su alma es igual de orgullosa,
A todas partes puede llegar
Pues siempre durmió a la intemperie,
Penetrando en lo impenetrable;
Exagerando si hiciese falta,
Pese a que se vea obligada
A mirar con un solo ojo.
El verso lo aguanta todo,
Para ello despliega sus alas de amor,
Sobre las ruinas de un paisaje
Al que parece
crecerle escamas,
Para hacer que resbalen
Los sueños y la lluvia.
Cada sílaba es la munición
Del rifle poético,
Aunque a veces se encasquille
Por nuestros muchos desengaños.
Vivimos por costumbre
Y morimos por obligación,
Así tengamos que colocarles patas a los ríos
Para poder irrigar
la huerta de los poetas,
Que hicieron florecer la historia.
El futuro no nos pertenece
Aunque el pensamiento poético
Sólo sirva para entrever el futuro
De las golondrinas
Con sus camisas negras.
La poesía es como los saltos de esquí,
Cualquiera puede saltar;
Pero sólo ganan aquellos
Que consiguen saltar más lejos.