lunes, 9 de enero de 2023

Versos malditos II

 

Versos malditos

II

 


Las ideas no cierran los ojos

Que impidan ver volar a las gaviotas,

Y la piedra no se sobrecoge ante la honda.

Los planes sucumben  a las tentaciones

Como lo hace la luz ante el brillo del cristal.

¡Hay que estar borracho

Para ser un bohemio hoy día!

Pues el sueño se hace patético

Si te cruzas de brazos ante la intimidad.

Yo, una vez estuve muy cerca

De ser un animal al fruncir el ceño;

Pues hasta los ángeles pueden ser abominables,

Llegando a todas citas con retraso.

Entonces desee que alguien se atreviera a decirme adiós.

Más la vida es un fanal de misterios permanentes

Donde el filoso cuchillo

Se zambulle en el hueso hueco

Para de forma salvaje perforar la gloria.

Ahora tengo barbas de diablo

Y cuernos de Belcebú,

¿Y quién es capaz de bendecir algo así?

Quizá se atreva el gusano

Que merodea por mi vientre,

Donde ya habitan todos los espíritus  del universo,

Y las estrellas, son bombas

Que se estrellan en mi corazón gnóstico.

¡Pero vosotros huevones no leáis esto!

¡Son versos malditos!

Escritos en una noche de terrible tempestad.

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