martes, 24 de enero de 2023

Los sueños sólo ven fantasías

 

Los sueños sólo ven fantasías



Los sueños que tenemos,

Vuelan con sus alas de grajo

A través del cielo de riqueza;

Pero esos sueños se desvanecen

Como lo hace la luna ménguate.

El sempiterno terror

Encuentra su verdadero sentido

Cuando el río tirita ante su paso lento,

Como la lujuria en el hastío.

Los sueños sólo ven fantasías

Y da de bruces con la verdad;

Pues el agua del mar

Pese a los murmullos de las olas,

Te hace escocer los ojos cuando  entra en ellos;

Los cofres del tesoro se hayan vacíos

Por las sucias manos del avaro pirata;

El presente se ríe de los sueños estrambóticos

Derrotando a la conciencia;

Ya que el rumbo, no está en las estrellas,

Ni en las páginas amarillas de un diario.

Los ojos lloran ante la primavera helada,

Pues el romanticismo llora

Si el corazón se rompió

Tras el beso que se congeló en los labios,

Siendo eso, lo peor que nos puede pasar.

Nuestro carácter mastica la tragedia

Cuando vemos que las pequeñas esperanzas

Se desesperan ante el árbol seco o abatido.

La tristeza y las arrugas del rostro

 No se pueden  apartar con las manos

Ni hacer desaparecer las heridas

Por la piedra arrojada.

Todo deja cicatriz,

Incluso la infancia,

Pues el viento te impide aletear.

El engaño es un tigre enjaulado

Que tras los aceros, afila su venganza;

Las huellas, nuestras huellas,

Son telarañas melancólicas

Al tiempo que la conciencia se vuelve primitiva.

Los buenos amigos ya no existen,

Sólo los remordimientos,

Los dientes castañetean de rabia

Tras producirse el trueque del cielo por  infierno

Firmado dicho trueque con la tinta de la noche.

Quizá sólo el corazón confía

Pese a ese tigre sin nombre

Que hizo quebrar las alas

Y golpear la espalda con sus pasiones

Hasta llevarnos a un callejón sin salida.

Los sueños no se hacen responsables

De que se propaguen los  truenos del deseo;

Unos cuantos kilos de más

Y varios miles de cabellos menos,

Son el fruto para que la vida nos llame tontos,

Por creer en los mitos y en los sueños;

Los años se airean como geranios rotos,

El verde existía  a muchas leguas

Demasiadas diría yo,

Mientras  los cerros tapaban el sol

Con segundos interminables;

Los espectros no reconocen las cifras de los años

Les da igual diez que cien;

El eco replica nuestras quejas

Que jadean emborrachadas

Por tantas tretas

Para hacer que el corazón siga latiendo;

Pero el látigo, sigue en manos del hombre,

El cual toma partido

Hasta agotar el río que flirteaba con la luna

Y con los reflejos del espejo  que preferimos evitar.

¡Ya estoy hasta los testículos

De la música del sol!

La memoria se olvida;

Pero el presente vibra

Como una cuerda de guitarra.

 

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