viernes, 6 de enero de 2023

Entre dos luces

 Entre dos luces



A veces, me quejo de ser feo,

Echando la culpa a esta desgracia

Que impide conquistar un rostro bello.

No tengo la culpa de que Dios,

Se equivocara con el molde de mi cara, 

al no equiparme como  un  Apolo.

Sin embargo ¡Cuántas veces no habré visto a otros

 para mi entender,  más feos que un oso,

 acompañados con femeninos rostros.

En verdad  no pegan ni con cola;

Pero ahí están, cogidos de la mano,

o tomándose una refrescante Coca-Cola,

Sin importarles en absoluto

que piensen si son amigos o hermanos. 

Los hay  que parecen tísicos,

Otros, parecen globos hinchados.

Al que sobran michelines

De su cuerpo en todos lados.

A lo mejor  el destino es el culpable

Uniéndolos a idea, para que  los feos,

 Creamos que no somos tan feos;

Y esto pasa también en las mujeres

Cuando la situación es a la inversa.

Pensamos que quizá sean tontas

O tengan un ramalazo  de locura,

Es cierto que el mundo está loco;

porque todo carece de sentido,

y el mundo gira al revés

dejando a su suerte al destino



 Lo  que me queda bien claro es:

Que si el mundo funciona de este modo,

Es porque tendrá algún sentido que así sea,

Los hombres, no podemos poner en tela de juicio.

Las leyes naturales dictadas de antemano.

Todas las bolas del  sorteo entran en juego,

Y luego, la gente se empareja

En función y el orden en que van saliendo.

Mas los sorteos se acaban

Y a estas alturas, todos sabemos ya 

Que hay  bolas que ningún premio  tendrán

Al quedarse en el bombo queriendo salir.

Yo, debo ser una de bola encerrada,

Castigado no sé bien por qué motivos

A permanecer en un bombo enclaustrada.

Si saber  si algún día habrá otro sorteo,

Quedando así, entre dos luces.

situación esta que enerva

No sé si esto será malo o bueno,

O sea siempre la bola negra,

castigada a estar  siempre en la  reserva.


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