Noches
y sombras
Murió la noche
Porque dudaron de sus sombras,
Murió la noche
Porque llenaron de vaho la ciudad,
Se les encasquilló el fusil
Cuyas balas servían para disparar a la lluvia;
Y, ahora, sólo esperan a que caigan del cielo
Las promesas astilladas.
Nadie se atreve a soñar con noches estrelladas
Ni días con florecientes soles;
Pues si la oscuridad precede al sol,
La máscara de hielo pasea por la niebla;
Los árboles de las avenidas,
Miran como lobos de bocas hambrientas,
Pronosticando que la mala suerte
Puede ser tu próxima vecina,
Sin saber si tus huesos sucumbirán
Ante el labio cerrado y el aliento de los viejos.
Las nubes como fantasmas,
Muestran su cuchillo en las manos solitarias.
La soledad del día,
Es la oscuridad del mañana;
Más uno, debería reírse de la noche extensa
Mientras se saca las espinas del rosal sombrío,
Que no es otra cosa que,
La angelical inocencia,
Una inocencia que, se pierde con la juventud
Y se perpetúa para la vida entera;
Pues se cerraron todas las puertas del infierno
Donde la única salida de emergencia
Es la copa de brandy
Mientras escuchas canciones de autores
Desconocidos para la mayoría,
Porque sus caras son tapadas
Por la negra capucha de su sudadera.
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