¿Dónde
está el punto medio?
II
Y siguiendo con esta bola:
¿A caso es más feliz el conquistador de amores?
Pues paga el alto precio del desprecio
Cuando se descubren sus viles estratagemas,
Sus conquistas son efímeras y nada loables.
Por el contario, aquel que ama a una sola flor
Puede permanecer
a su lado toda la vida
Como los agapornis o los cisnes,
Siendo dignos de toda nuestra admiración y respeto.
La vida, nos muestra sus crueles extremos:
O aparece un verano abrasador
Donde se asan hasta los gorriones,
O este, es precedido por un gélido y largo invierno
Haciendo que se nos hiele el aliento;
Tanto nos viene
una pertinaz sequía,
Como luego nos ahogamos por las inundaciones.
O como decía mi abuela:
O vamos delante de los curas moliéndonos a palos,
O queriéndonos llevar a la hoguera,
O vamos detrás de ellos arrojándoles piedras.
Luego, están los idiotas que se creen todos cuentos:
O los sabelotodo,
Que se creen portadores de la inteligencia divina.
El caso es que no sabemos encontrar el término medio.
O vemos el vaso medio lleno,
O vemos el vaso medio vacío.
Luego están aquellos que todo lo ven de color rosa,
Y los agoreros, que no ven más que negros nubarrones
Y procelosas tormentas.
Ojala nos pudiésemos quedar con los veinte años,
Para poder disfrutar del amplio e inexplorado
horizonte.
Muchas veces, la vida, nos hace llegar hasta la
última meta
Donde curiosamente, no es ninguna victoria,
Sino la más atroz de las derrotas,
Pues con ella, la única medalla que se nos cuelga
del cuello
Es la fría y tétrica tumba;
La única que iguala a ricos y a pobres,
A altos y bajos, guapos y feos…
Y esta vez, para toda la Eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario