Cuando
me llamas
Sin pensar voy a tu lado,
Igual que el perro fiel
Cuando lo llama su amo.
Siempre has sido mi dueña
Supongo que lo has notado
Después de correr breñas
Y atravesar hondos lagos.
Dejo lo que estoy haciendo
Si eres tú la
que me llamas,
En alas del sentimiento
Por ser mi flor deseada.
En mi corazón te guardo
Porque me diste tu luz,
Cuando todo era nublado
Y lleno de ingratitud.
Escritos llenos de erratas,
Mil hechos distorsionados,
Con filosofías baratas
Y cuentos inacabados.
Hoy el cielo se descubre
Dejando la luz pasar,
Quedando todas mentiras
Quemándose en el hogar.
Así se muestra la vida
Como un puerto sin fanal,
Donde misterios e intrigas,
Sucumben presas del mar.
De anzuelo, están tus ojos,
De cebo, tu eternidad,
Por eso obedezco en todo
Sin hacerme de rogar.
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