Hasta las mariposas
mueren
de amor
Es cierto que busco un contacto furtivo,
Es cierto que quiero ser la mecha de una vela,
Que pueda por siempre iluminar la vida.
Las tinieblas me sonríen
Cuando tu alma escapa para admirar mis penas;
Es entonces cuando mis anhelos
Se transforman en viento para atravesar tus nubes
Pues mis manos se descarrían como bestia herida.
¿Acaso es pecado beber un poco de tu copa de
claridad?
¿Es pecado gozar de la brisa perfumada de tu
aliento?
Sólo visitas mi alcoba cuando sueño,
Pues la noche se me hace muy larga en tu ausencia
Arropada con las sábanas negras del silencio.
Mis ojos son testigos de que me esquivas,
Sólo la aurora me abraza con su turbante azul,
Mientras mis pensamientos de águila buscan tu cielo.
La claridad
hace apagar las estrellas,
El sol, es tu cara proyectando sombras en mi
universo;
Mas mis ojos tienen la osadía de mirarte,
No se sienten vencidos, sino que aúpan
Hasta un jardín donde las mariposas mueren de amor.
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