Palabras
Cantinflas
A veces, o muchas veces,
Nos encontramos dando vueltas
En un gigantesco remolino,
Donde giramos a su antojo
Acompañados de palabras Cantinflas;
E intentamos llenar las manos
Con las palabras capturadas,
Sin conexión alguna,
Y que, agrupándolas, sale lo que sale.
Es una forma diferente de armas frases
Sin tener un guion determinado.
Ya muchos fueron los que intentaron
Ordenarlas por orden alfabético,
Encorsetando las frases.
¡Pero estas frases por Cantinflas que sean
En resumen no dicen nada!
Todo un arte de la ironía según se mire;
Pues al igual que el loro repite:
“Cierra la puerta que hace frío”
Eso es algo que todo el mundo entiende;
Pero cuando se pregunta al loro:
¿Qué tal estás pasando el día?
Y el loro te contesta:
“Cierra la puerta que hace frío”
Nos puede hacer gracia
Ante dicha elocuencia;
Pero no responde a lo que le has preguntado.
¿Y en qué lugar no existe una puerta?
Las puertas sirven para cerrarse
Y como es lógico, también para abrirse.
Encontramos puertas giratorias,
Puertas que nos permiten entrar
Para ocupar un puesto;
Puertas que nos invitan
A ver jardines floridos,
O jardines marchitos por falta de riego;
Puertas que nos hacen ver el cielo;
Pero también descubre los abismos
Con sus sombras perpetuas.
En definitiva, esto pasa por culpa
De las palabras Cantinflas;
Palabras de un loro
Que las suelta para que cada cual actúe
Según el ánimo del momento.
Quizá lo lógico sería preguntar al loro:
¿Está la puerta cerrada?
Y entonces el loro nos diría:
Buenos días ¿Qué tal estás pasando el día?
Pues como pasa con los niños
Hay que decirles las cosas al revés
Para conseguir que hagan lo correcto,
Porque lo que hacen no nos gusta.
¡Eso, eso, desparrama todos los juguetes por el suelo!
¡Así, así, pisotea bien los charcos
Que verás que contenta se pone tu madre!
¡Dale, dale más fuerte campeón,
A ver si consigues romperlo!
¡Venga valiente, escupe la comida!
¡Aparta el avioncito de tu boca de un manotazo!
¡Ya hay más comida en el suelo que en el cazo!
¡Pero qué majo eres!
¡Qué Cantinflas!