LA
ESPINA DE LA VIDA
La
vida, a veces es cruel e injusta,
al
que menos hambre tiene le da pan.
Así,
a mi amor mostró su fusta
cuando
mi corazón joven comenzó a galopar.
Se
desbocó el caballo de mis sentimientos
Y
una gran muralla dispuso a saltar,
Mas
no era de roca o alambre de espino.
¡Oh,
cruel destino! ¡Era tu rosal!
Y
al coger la flor que más alta estaba
una
aguda espina, fue aguijón letal,
siéndome
imposible recoger el fruto
que
yo en absoluto pretendí robar.
De
antemano aquel amor fue un sueño imposible,
dado
que, era demasiado celestial.
El
dinero es una cosa imprescindible
cuando
el amor es tan sólo terrenal.
El
dinero cerró las puertas a mi amor,
Y
a la flor que pretendí conquistar.
Pues
se interpuso la poderosa posición,
la
todopoderosa posición social.
Y
tan sólo con mis sueños en la vida
me
tuve que sin remedio conformar,
pues
se interpuso la espina de la vida,
la
todopoderosa posición social.
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