El cielo está aquí

El cielo está aquí

Tú, mi ninfa soñada,

De heliotropo cuerpo,

Vibras cual guitarra

En mi pensamiento.

 

Eres madre e hija,

Mi novia y hermana,

Me fundes la dicha

Y el amor ensalzas.

 

Son tus curvos ojos

Verdes esmeraldas,

Y tus labios rojos

Pétalos de jara.

 

Tu divina tez

Nívea porcelana,

Tu porte y altivez

Languidece el alba.

 

Fluyen de tus poros

Ingrávidas almas,

Cabellos de oro

Te templan la espalda.

 

Quien viera tu cuerpo

Desnudo en la cama,

Creería que el cielo

Se fundió en tu aura.

 

Y yo que lo he visto

Y hasta he cabalgado,

Siento el magnetismo

De un cielo dorado.

 

¿Para qué morir

En busca de un cielo?

Si el cielo está aquí

Y es el verdadero. 
***