viernes, 21 de diciembre de 2018

Ese paraguas negro


ESE PARAGUAS NEGRO

 

De ese paraguas negro

empapado de estrellas,

envidia sana tengo

por no ser una de ellas.

El viento va arrastrando

crespones de alas negras;

prendido trae en sus labios

cuchillos y tinieblas.

Como un sarmiento helado

 su larga cabellera,

se extiende por el llano

arrastras cual culebra.

Y aquí estoy aterido,

en plena primavera,

por ser un fugitivo

que huyó de su anatema.
 

Los rayos del amor

en mí fueron centellas,

y naufragué en su mar

preñado de procelas.

Un día libé su flor,

creí blanca azucena,

más la flor del amor

te mata o envenena.
 

Y es que el amor no existe,

sólo es una quimera,

un fuego que se extingue

con la primer tormenta.

Ese paraguas negro

es pompa que subleva,

como subleva el fuego

que se engendró en la tierra.


* * *
 


 

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