ESE
PARAGUAS NEGRO
De ese paraguas negro
empapado de estrellas,
envidia sana tengo
por no ser una de ellas.
El viento va arrastrando
crespones de alas negras;
prendido trae en sus labios
cuchillos y tinieblas.
Como un sarmiento helado
su larga cabellera,
se extiende por el llano
arrastras cual culebra.
Y aquí estoy aterido,
en plena primavera,
por ser un fugitivo
Los rayos del amor
en mí fueron centellas,
y naufragué en su mar
preñado de procelas.
Un día libé su flor,
creí blanca azucena,
más la flor del amor
Y es que el amor no existe,
sólo es una quimera,
un fuego que se extingue
con la primer tormenta.
Ese paraguas negro
es pompa que subleva,
como subleva el fuego
que se engendró en la tierra.
* * *
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