El viento de ninguna
parte
Navego en el mar de tus lágrimas
Sobre olas teñidas de sangre,
Mis oídos perciben campanas
Que anuncian dolor de los mártires.
Transito en un mar vaporoso
Cuya bruma parece que arde,
Va tiñendo el cielo arenoso
Los gorriones que nunca piaron
Hoy invocan con almas errantes,
Por galaxias que no despertaron
Hoy el viento no va a ningún sitio,
Se ha quedado estancado en el parque,
Triste, porque no están los niños
El arroyo que es fuente de vida
Languidece al llegar la tarde,
Y mi alma se colma de insidia
Yo no sé si la guerra es más fuerte
O que el hombre es un ser
miserable,
Pues enciende una vela la muerte
Y la muerte sus puertas le abre.
Esas puertas de abismo silente
Pide que sin mirar me lance.
Más la vida se muestra indulgente
Construyamos por todos un puente.
Entre todos ¿seremos capaces?
Y por su lecho fluirá un torrente
De vida como estrellas fugaces.
***
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