domingo, 2 de diciembre de 2018

El viento de ninguna parte


El viento de ninguna parte

 


 Navego en  el mar de tus lágrimas

Sobre olas teñidas de sangre,

Mis oídos perciben campanas

Que anuncian dolor de los mártires.

Transito en un mar vaporoso

Cuya bruma parece que arde,

Va tiñendo el cielo arenoso

Los susurros de ninfas y náyades.
 

Los gorriones que nunca piaron

Hoy invocan con almas errantes,

Por galaxias que no despertaron

De su sueño ingrávido de atlantes.
 

Hoy el viento no va a ningún sitio,

Se ha quedado  estancado en el parque,

Triste, porque no están los niños

Con sus juegos alegres de antes.
 

El arroyo que es fuente de vida

Languidece al  llegar la tarde,

Y mi alma se colma de insidia

Como el viento de ninguna parte.
 

Yo no sé si la guerra es más fuerte

O que el hombre es un ser miserable,

Pues enciende una vela  la muerte

Y la muerte sus puertas le abre.

Esas puertas de abismo silente

Pide que sin mirar me lance.

Más la vida se muestra indulgente

Y sujeta mi sonámbulo avance.
 

Construyamos por todos un puente.

Entre todos ¿seremos capaces?

Y por su lecho fluirá un torrente

De vida como estrellas fugaces.

***

 

 

 

 

 

 

 

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