viernes, 21 de diciembre de 2018

Amigo de la libertad


AMIGO DE LA LIBERTAD

 

No maldigas, amigo de la libertad

el fresco silencio de tu sangre,

el desprecio es un gesto humano,

un gesto de geometría viva.

La sangre de la guerra

se ha secado, y tu voz,

 fúnebre caracola,

distorsiona el tañido

de la luminosa campana

de la catedral.

Tu silencio, con su fórmula abstracta,

vibrará con el eco subterráneo

y desplegará sus banderas

como espíritus locuaces

dirigidos hacia el fin eterno.

Pues el hombre no muere,

es un soldado de amor

que no tiene límites,

como los árboles de las riberas del  río,

que, inmóviles, saborean

la victoria continua,

descubriendo la luz del cielo

a través de un río de sueños

llenos de hojas.

 Y en sus retorcidas raíces

se dibuja el espejismo fugaz

del latir del corazón. 

* * *

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