El
testamento
Con dos
familias de jilgueros
Hice una
cruel experiencia.
Enjaulé
a los polluelos
Y a
pesar de esta inclemencia
Sus padres
les atendieron.
Más cuando
estaban volanderos
A sus
padres encerré,
Dejando
a los hijos sueltos,
Ninguno
llegó a volver
Y de
hambre y pena murieron.
Con esa
moneda pagan los hijos
A quien
les dio la vida entera
Criándolos
con sacrificio.
Amoldaros
hijos míos
A vuestro
salario actual,
Porque hasta
que no me muera
Ninguno
habréis de heredar.
***
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