Superstición
Zumban los oídos, alguno nombra,
Qué estará diciendo yo me pregunto;
Agazapado en enlutada sombra,
Manantial capital del turbio asunto.
Nada bueno hablara yo me supongo,
Máxime, cuando yo no estoy presente,
Me abraza el genio fuerte que dispongo
Y mi encendida ira fácil se siente.
Soy peor que un diablo si alguien
maltrata,
Si no, soy dócil como un corderillo,
Así puede afirmarlo quien me trata.
La gente sólo habla al corrillo
Donde un vaho silente a veces mata,
Inclusive antes que un yerto cuchillo.
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