El barco del destino
El
destino es un barco
A
merced de las olas,
Que,
o nos hace náufragos,
O
arriba en la gloria.
Más
para el que encalla
En
banco de arena
Entonces
restalla
Como
estatua pétrea.
Esfinge
callada,
Vegetal
latente,
Donde
las miradas
Chocan
y divergen.
Palabra
destino
¡Qué
lasciva y necia!
Donde
los proscritos
En
cieno revuelcan.
Más
a quienes brilla
Con
fulgor su estrella
Alcanza
la cima
Y
aposenta en ella.
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