Los
reinos combatientes
“Quintillas”
Tú, mi real mensajero,
Vete al campo de batalla,
Donde la espada restalla
En los escudos de acero
Y gruesas cotas de malla.
Marcha raudo cual demonio,
Y anúnciale a mis legiones
La nueva del matrimonio,
Llevando este testimonio,
Que haremos un solo reino,
Si es fructífera la unión,
Olvidando la ambición,
Que nos llevo al desenfreno
De nuestra mutua expansión.
Un horizonte refleja
Los designios del amor,
Despejando así el fragor
De los gemidos y queja
Y alaridos de estupor.
Con el viento soñador
Hice una llave maestra,
Y ahora te doy una muestra
Para en nombre del amor
Termine esta guerra nuestra.
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