Terremotos
Cuando las entrañas de la tierra
convulsionan
Y en su superficie sus iras desatan,
No hay fuerza que exista más
arrolladora
Con sus seísmos, las ciudades se
enronan,
Los acueductos y puentes desbaratan,
Los edificios y las calles se
desploman
Y el hombre ante su impotencia se
ahoga,
Sucumbiendo al azote que se ensaña,
Pues no hay inteligencia, ni bomba,
Que acabe con este ogro y su morada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario