La calle de las ánimas
Con
desenfrenados gritos
A
las dos de la mañana,
Te
oigo decir ¡¡¡Te quiero!!!
En
la calle solitaria.
Como
siempre te repites
Todos
fines de semana,
Así
es como te desfogas
De
tu experiencia amarga.
Quizá
estás arrepentido
De
tu intransigencia humana,
Más
ella, ya no te escucha
Porque
a otro tiene en su cama.
Ritual
desagradable
Para
las gentes profanas,
Que
se tapan los oídos
Hasta
que por fin te marchas.
Queda
en el aire los ecos
De
tu voz entrecortada,
Vagando
por el silencio
En
la calle de las ánimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario