lunes, 22 de abril de 2019

EL murciélago "Cuento"

El murciélago
"Cuento"


 
El murciélago por lo visto en un principio era tal y como lo conocemos hoy día; pero en vistas de que todos los pájaros tenían plumas de brillantes colores y él tenía sus alas desnudas, se le ocurrió subir al cielo y le pidió le fuesen concedidas plumas al Creador, como había visto en otros animales que volaban. Pero el  Creador no tenía plumas, así que le recomendó bajar de nuevo a la tierra y pedir una a cada ave. Y así lo hizo el murciélago, eso sí, recurriendo solamente a las aves con las plumas más vistosas y de más colores.
Cuando acabó su recorrido, el murciélago se había hecho con un gran número de plumas que envolvían su cuerpo. Consciente de su belleza, volaba mostrándola orgulloso a todos los pájaros, que paraban su vuelo para admirarle. Agitaba sus alas ahora emplumadas, aleteando feliz y con cierto aire de prepotencia. Una vez con un eco de su vuelo, creó el arco iris. Era todo belleza.
Pero era tanto su orgullo, que la soberbia lo transformó en un ser cada vez más ofensivo para el resto de las aves.
Con su continuo pavoneo, hacía sentirse insignificantes a cuantos estaban a su lado, sin importar las cualidades que ellos tuvieran fruto de la creación. Algunos pájaros como el jilguero, el verderón o la oropéndola, le reprochaban de no llegar a ser dueños de una décima parte de su belleza.
Cuando el Creador vio que el murciélago no se contentaba con disfrutar de sus nuevas plumas, sino que las usaba para humillar a los demás, le pidió que subiera al cielo, donde también se pavoneó y aleteó feliz. Aleteó y aleteó, mientras sus plumas se desprendían una a una, descubriéndose de nuevo desnudo como al principio.
Durante todo el día llovieron plumas del cielo. Y desde entonces, nuestro murciélago ha permanecido desnudo, retirándose a vivir en cuevas y lugares umbríos como éste  añoso castillo, olvidando su sentido de la vista para no tener que recordar todos los colores que una vez tuvo y perdió.”

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