martes, 30 de abril de 2019

Así purgo mis culpas


Así purgo mis culpas

 


Si tuviera que irme al desierto,

No tardaría en acostumbrarme

A sus tormentas de viento,

Con polvo y arena asfixiante.

Arena que ciegan los ojos

Y que  en los pulmones ronca;

Tanto si es cierzo o bochorno

Los dos con furia aquí soplan.

Hay tres molinos que rugen

Voraces rompiendo piedras,

Y la arena que producen

Dos zarandas, zarandean.

Los tres forman un triangulo,

Para más señas, isósceles,

No es de extrañar por lo tanto

Que me pillen donde me coloque.

Porque esto no es un hondo,

Sino que es una cantera,

El viento y el sol caen a plomo

Dado que está  descubierta.

Tan solo tengo de amparo

Una pequeña caseta;

De anchura tiene dos palmos

Y por techumbre, chapas viejas.

Sin duda aquí estoy purgando

Los males que algún día hiciera,

Como un negro trabajando

¡Por un salario de mi... miseria!

 

 

¡Qué ingenuo!


¡Qué ingenuo!

  


Umbral que acaricias sombras

De las noches a la fresca,

Tú conocedor de historias

De las contadas por viejas.

De chico en ti me sentaba

A contemplar las estrellas,

Y me esforzaba en contarlas,

Más siempre perdía la cuenta.

Cuando una estrella fugaz

Surcaba entonces el cielo,

Las dejaba de admirar

Para pedirle un deseo.

Una vez cerré los ojos

Y le pedí un mundo nuevo,

Para extirpar todo el odio,

La envidia y el desenfreno.

“Al poco se iniciaba la Guerra del Vietnam.”

Está claro que era un niño muy ingenuo;

Pues entonces vi con radiante claridad

Que este mundo nunca tendrá arreglo.

 

 

 

Mi premio


Mi premio

 


 La diosa del amor

Restalló el látigo,

Y una bella flor

Con esbelto tallo,

Me abrió el corazón

Y tendió su mano.

Ella me amparó

Del invierno amargo,

Reflector de sombras

Y de desagravios.

Por fin veo la luz

Del futuro incierto,

Que cubría el tul

De mi hondo miedo.

Has llegado tú,

Mariposa blanca,

Y el cielo es más azul

Cuajado de esperanzas.

En tu compañía veré

Las  titilantes estrellas,

Y el rosado atardecer

De floridas primaveras.

 

Con soledad de espejo


Con soledad de espejo

 


Sola, frente al espejo espejo

pasan mis tardes,

viendo turbios reflejos

En las imágenes.

Son negros recuerdos

De tempestades,

Penetrando en  mí pecho

Como puñales.

Son puñales que hieren

Sin sacar sangre,

Desengaños de mujeres,

Sueños fanales.

Ensortijadas penas

Brotan del alma,

Arrastrando cadenas

En odios forjadas.

Yo jamás fui así,

La gente me hizo,

Y lograron curtir

Con maleficios.

A esta edad senil

Busco  a una amiga,

Para poder compartir

Todas intrigas.

Yo le abro mi corazón,

Y regalo mis latidos,

Si a cambio me da su amor

O un poquito de cariño.

Quiero al mirarme al espejo 

Ver tu rostro, ver tu luz, 

Ver  el dulzor  en tus ojos 

Para así aliviar mi cruz.

 

 

 

Tinieblas


Tinieblas

 


Cual paloma torcaz

De grácil vuelo,

Una noche fugaz

Me fui contigo,

Y en las tinieblas

de un riachuelo,

te robe un beso voraz

enardecido.

Con tu angelical bostezo

Se expandieron mis sentidos,

Abrí las puertas del cielo

Y oí mis propios latidos.

¡Ah, quien fuese paloma

Para acariciarte!

¡Y volar a tus labios

Para besarte!

lunes, 29 de abril de 2019

En puerto desconocido


En  puerto desconocido

 


Me he quedado sólo en esta ciudad.

Y aquí estoy en este puerto desconocido,

Cuyas aguas malolientes cohíben respirar

Y contemplo los barcos al caer el estío.
 

Los marinos se estarán saciando de ron o vino,

O quizá, en algún salón de alegres mujeres

Dando rienda suelta sus instintos masculinos,

Alegrándose la vida como bien pueden.
 

Las estrellas se asoman con bellos destellos,

El mar muestra su calma con apacibles olas,

La brisa transporta un aire denso y seco

Haciéndome añorar a la vieja Europa.
 

Su faro, en la cima de un pequeño islote,

Sobresale, dominando el entorno del mar,

Y me contento con mi pequeñez de hombre

Al ver los destellos púrpura de una estrella fugaz.

 

 

 

¡Sálvame, oh Santa Verdad!


¡Sálvame, oh santa verdad!



Del Satán de trampas y ardides

¡Sálvame, oh santa verdad!

No consientas que suspire

En paraísos de ilusión falaz.

 


Que redoblen tambores de victoria

Y gima el  cimiento astral,

Con los hálitos sublimes de tu gloria

En crisoles de albores de cristal.

 


Que los inflamados oropeles se desquicien

Y consigan cual otoño trémular,

Ante humeantes fajinas que reviste

La flamígera aurora boreal.

***

 

 

 

 

 

 

 

Con el lino de los mares


CON EL LINO DE LOS MARES


  





Arropado solamente con el lino de los mares

mis blancos anhelos roturan el tiempo justiciero.

La atrayente sirena se zambulle en el pétreo mar

donde cabalga el arrogante caballo de melifluas crines.





Las rizadas olas besan la sabiduría

de las apacibles playas,

donde la conciencia radiante

inquieta a las gaviotas,

que hienden con sus vivos aleteos

el éter turquesa,

hálito divino de algún Zeus.






La llovizna ardiente de las lanzas suicidas

se extravía en el bálsamo del muelle,

senda de eternidad, que danza

sobre las tumbas de los demonios de la luna.




El ígneo poema lanza su luz alboreada

sobre el faro que extiende su pena sin pestañear

al órgano de las borrascas curtidas

con los destellos azules de la Vía Láctea.







Humillando las cenizas duras y devorantes

de dioses y hombres,

con arcadas laureadas de ciénaga marina

y guijarros de heliotropos de coral.


La ortiga de tempestuoso espectro se ensordece

ante el grito ronco del nuevo vencedor,

dejando tras el coro enmascarado de seda y cartón,

el atrofiado disparo

que congela el trigo de la aurora

y recorta la espaciosa espesura

del viento de los días febriles.






A golpe de cetácea luciérnaga

se curten las escamas del odio,

absorbiendo con manos fosfóricas

el trémulo sollozo de la noche

 como un cuchillo muerto,

lleno de légamo y silencio


* * *

sábado, 27 de abril de 2019

Tierra Sedienta


Tierra sedienta

 

Dice el refrán que en Abril,

Las aguas valen por mil.

Ahora es Abril de luna

Y ya  no cae ninguna.

Está reseca la tierra

Y amarillenta la siembra,

Que pide como una loca

¡Pon de beber en mi boca!

En la boca de Aragón,

Sí que es una contradicción,

Porque es donde abunda más;

Pero se la bebe el mar.

 

 

La espina del rosal "Canción"


 La espina del rosal

"Canción

 

Mi estrella...

En tu firmamento,

Mi estrella...

Dejó de brillar,

Perdió…

El fulgor…

Una tarde otoñal

Al decirme

Que me ibas

A dejar..

Y solo con el viento

Que azotó al pasar,

Así… quedé…

Triste y solo

Con un soplo de viento

Que azotó al pasar.

Más tú…

Serás…

La espina del rosal

Que en mi alma

Incrustada

A de quedar.

Mi vida es…

extinguida estrella,

Mi vida es …

La espina del rosal,

Que yo…

Al coger...

A  la más linda flor

Me pinché,

y ahora siento

su dolor.

En mis sueños veo espinas

Espinas de rosal,

 Y quiero encontrar

Para venerar

A una mujer sincera

y que me quiera

De verdad.

Mi estrella...

En tu firmamento,

Mi estrella...

Dejó de brillar,

Perdió...

El fulgor...

Una tarde otoñal

Al decirme

Que me ibas a dejar.

Y sólo con el viento

Que azotó al pasar

Así… quedé…

Triste y solo

Con un soplo de viento

Que azotó al pasar.

Más tú…

Serás…

La espina del rosal,

Que en mi alma

Incrustada

 A de quedar.

Amor de madre "Ranchera"


Amor de madre

 

Ranchera

 


Con esta humilde canción

Quisiera yo recordarte:

Que no hay mejor bendición,

Ni un cariño, ni un amor,

Que supere…

Que supere al de  una madre....

 

El día que el cielo llamó

A mí adorada madre,

Se quebró mi corazón

Y nunca podré pagarle,

Toda atención que ofreció

Para seguir adelante.

 

El día que ella  falleció

Eran las seis de la tarde,

Fue una tarde de traición,

Y nunca podré olvidarme,

Que hasta el sol se estremeció

Con mil destellos de sangre.

 

Con esta humilde canción

Quisiera yo recordarte:

Que no hay mejor bendición,

Ni un cariño, ni un amor,

Que supere…

Que supere al de  una madre...

 

Y aquí, estoy, madre querida,

Y aquí, estoy, madre del alma,

cantando y mirando al cielo

pues aún me queda el consuelo

de que puedas tú escucharla…

 

Con esta humilde canción

Quisiera yo recordarte:

Que no hay mejor bendición,

Ni un cariño, ni un amor,

Que supere…

Que supere al de una madre…