Zambra gitana
En la noche estrellada
Con luna radiante y llena,
Surge la Zambra gitana
Qué armoniosamente suena.
Suena... suena... suena...
Alegre llegas saltando,
saltando, como gacela.
Tus ojos se fijan en los míos
luego, te acercas a mí,
lanzando rayos hipnóticos
Y embrujó aquello que vi
pues desde ese momento
me sentí un hombre feliz.
La música sigue
tú, sigues danzando,
como una cobra real,
avivando los instintos
junto a mi deseo carnal.
Quisiera abrazarte para respirar tu aliento
Sintiendo tu corazón
al igual que siento el viento
con azotes de pasión.
La danza sigue y tu...
sigues y sigues danzando;
Mi éxtasis es ya total,
has absorbido mi espíritu
y junto al tuyo, ahora está.
Los dos estamos danzando
con sinfonía celestial,
se han alineado los astros
en recta espiritualidad.
Tus manos son ramas de aliso
que la dulce brisa mueve,
tus piernas son finos juncos
llenos de de flexibilidad,
tu aliento es fresca menta,
que el céfiro transporta
con sus divinos encantos
hasta tu preciosa boca.
Boca que invita a besar
desde que renace el día
hasta el ocaso final.
Quisiera hacerlo contigo
sin nombrar la palabra amor,
para que todo mi fuego
hacia ti sea extendido,
llegando al sublime éxtasis
al mismo tiempo los dos.
Perfume de rosas ardiendo
emanan del corazón,
mientras danzamos junto al fuego
con acordes de violín guitarra y acordeón.
Dado que la Zambra gitana,
Es fuente suprema de la divina inspiración,
danza que en la noche se explaya
Y las estrellas regalan su eterno amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario