Moviendo las caderas
¡Ahora...!
He aprendido a mover las caderas
con la intención de enamorarte.
¡Sigue...!
¡Sigue mirando...!
al final, lo conseguirás.
Yo, busco a un hombre como tú.
Mueve las caderas conmigo,
verás como te gusta,
pues al final bailarás
al ritmo frenético de mis caderas,
De ese modo, nunca te olvidarás de mí,
porque a partir de hoy
serás un hombre feliz.
Yo he aprendido a ser feliz,
por eso, estoy contenta
de nuevo comenzaré a bailar
para alegrar el cielo
que continuamente con sus estrellas mira.
Somos unos privilegiados
de poder seguir la danza del viento
junto a esa nota
que se desprende de las estrellas del cielo.
Yo soy la alegre nota musical
que se desprendió de la montaña
y extendió por tofo el valle por el valle,
y alegró con su rocío de alegría
todas las partituras musicales,
he hizo que moviera las caderas.
¡Ven conmigo!
¡No tengas miedo!
pues en esta noche gitana
bailaremos flamenco,
o cualquier otra canción
que sea proveniente
de las escalas del cielo.
La guitarra es atrevida,
pues sus notas alegran la vida.
Ya somos bastantes más
los que ahora estamos bailando,
antes, eran más los que permanecían mirando.
¡Y todo eso...
es gracias a ti!
¡Gracias...!¡gracias...! ¡gracias...!
Pues ahora soy feliz,
¡Muy feliz! y nunca...
Me he de olvidar de ...ti...
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