Volando como una bruja

 Volando como una bruja I

¡Por favor muchacha!

¡No tengas la cara dura

de preguntar que hago aquí!

tal si fuese   yo una ortiga

que necesite permiso para vivir.

Veo que vas dando botes

tal  si fueras una cabra,

ignorando que  ahora estás en mi jardín.

Ignoro que brebajes has tomado

para que tu semblante no pare de reír;

Más pareces una bruja encima de un palo

que volando  te lleva hasta el confín.

Espero muchacha que esto pronto se te pase

y vomites lo que llegaste a ingerir,

es un coctel de mentiras falaces

Y la vida...  créeme muchacha,

¡Que no es así!

Desde el día en que  se nace

prepararan para parir.

¡Lo que sea!

Parir dinero, parir disgustos,

parir todo aquello que se menea,

para así sentir fecundo.

Aunque  fue el mundo quien te parió,

al final, eres tú quien pare el mundo.

¡Vaya parida!¡Vaya fracaso!

¡ desear vivir en pleno ocaso!

¡Vaya inútil tontería!

es  decir que mucho sabe,

el que antes nada sabía.

Pero nada muchacha, 

  sigue y sigue dando vueltas,

bailando todo que puedas,

desfogándote en tu propia fiesta.

¡Hay que reírse!  ¡hay que reírse!

¡pero alegre muchacha!

¡no me elijas a mí para divertirte!

¡Ríete de las gracias de tu gato!

 ¡Ríete de las gracias de tu perro!

¡Di que por vivir mato!

¡pero no te rías nunca de un viejo!

Puedes tocar  dulce flauta,

o el intrépido violín,

pero sé una joven cauta.

Buscando un sublime fin.

¿Y cuál puede ser ese  dichoso fin?

Uno que de una vez por todas

arregle tu porvenir.